El pasado domingo 25 de septiembre, en la playa del Serradal de Castelló, tuvo lugar una actividad diferente para toda la familia, en la cual los 50 participantes que acudieron a la cita pudieron disfrutar, con motivo del Día Marítimo Mundial, de la liberación de una gran tortuga boba (Caretta caretta) en el Mediterráneo.
En el marco de la campaña Celebrem amb la Natura, organizada por el ayuntamiento de Castelló en colaboración con Itinerantur, se pone en valor nuestro patrimonio natural promoviendo la sensibilización medioambiental. Cada vez se escoge un enclave diferente, como puede ser un parque del municipio, una de nuestras montañas o, en este caso, la playa dunar del Serradal, ejemplo de los hábitats tan delicados que requiere el extraordinario y amenazado reptil para poder vivir y, más concretamente, procrear poniendo sus huevos.
La actividad comenzó con la recepción del nutrido grupo, compuesto por familias enteras –desde abuelos hasta nietos-, parejas, otros participantes de todas las edades, un equipo de reporteros de A Punt y Radio Castellón,y parte del equipo del Oceanogràfic quienes aportaron la tortuga. En la introducción se habló en primer lugar de la campaña, la importancia de cuidar el medio natural, su gran sensibilidad y cómo actuar en consecuencia para que nuestras acciones sean sostenibles, se pueda preservar la biodiversidad y las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de nuestro entorno. También se explicó la dinámica de la actividad, dando las instrucciones para participar en la limpieza de la playa, la importantísima primera parte de la jornada.
Tras la explicación se repartieron guantes y bolsas y, entre todos y todas, con la ayuda de cribas de arena, se fueron cogiendo pequeños elementos contaminantes como microplásticos, colillas y otros residuos no tan pequeños. Media hora después se volvió al punto de reunión. Al juntar las diferentes bolsas de basura el peso resultante de los residuos casi alcanzaba 1 kg. Teniendo en cuenta que es una playa relativamente poco transitada, mantenida por efectivos del ayuntamiento y aparentemente limpia, resulta una cantidad muy ilustrativa de los agentes nocivos que las personas vertimos en la naturaleza, constituyendo una importante amenaza para la fauna y para os seres humanos. Con la ayuda de Belén, todo el grupo analizaron con interés los residuos recogidos y se profundizó en su origen, usos consecuencias y acciones para su reducción.
En la siguiente parte de la actividad, se contó con la colaboración de la Fundación Oceanogràfic, concretamente de miembros del Área de Recuperación y Conservación de Animales (ARCA) del Mar, quienes realizaron explicaciones muy interesantes sobre las tortugas y las amenazas que encuentran en su hábitat. Enseñaron a los asistentes un gran caparazón real en donde se veía perfectamente la columna vertebral del quelonio. También mostraron huevos de tiburón, sepia y mantas-rayas, y mostraron restos de plásticos y otros residuos que encuentran frecuentemente en los estómagos de animales marinos. Hablaron también de la importancia de las praderas de la planta marina Posidonia oceanica para mantener el equilibrio entre el mar y nuestras playas.
Finalmente, se procedió a la suelta de la tortuga, una hembra de 13 kilogramos y unos 7 u 8 años de edad. El animal fue encontrado por un bañista, herido, y había estado en recuperación en el Oceanogràfic. Al estar ya recuperada y lista para volver al lugar al que pertenece se la liberó ante la mirada expectante y respetuosa del público. El animal recorrió varios metros por la arena, aprovechando el pasillo que se había habilitado para ello, y se introdujo instintivamente en el mar. Fue un acto muy emotivo, una ocasión única que compartieron las familias con el equipo de Itinerantur, el culmen de una de esas jornadas que, como algunos nos dijeron, marca a grandes y pequeños para siempre.
Fueron las niñas y niños asistentes los que eligieron, mediante sorteo, el precioso nombre de la amiga tortuga:
Coral.